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| Subject: Re: Necesito ayuda para liberarme de attracciones gay | |
Author: ramis | [ Next Thread |
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] Date Posted: 14:07:18 08/04/05 Thu In reply to: Fernando Moraza 's message, "Necesito ayuda para liberarme de attracciones gay" on 02:37:57 09/11/04 Sat HOLA, Te dejo este articulo deseando que después puedas reflexionar con toda libertad. Lo importante es que tengas información de varias opiniones y seas tu mismo como valorarlas. Por mi parte solo quiero decirte que la homosexualidad se puede vivir con un gran equilibrio personal y de valores humanos. HOMOSEXUALIDAD, IDENTIDAD NATURAL Y DON DE DIOS Por EUSEBIO LOSADA/SACERDOTE Escribo desde mis convicciones, modeladas por el espíritu del Evangelio. Me motiva mi fidelidad al Señor Jesús y mi amor a la Iglesia, queriendo colaborar en la búsqueda de la Verdad que contribuya al proceso de humanización. Nacemos hombres y mujeres; la orientación afectivo-sexual es plural: heterosexual, homosexual y otras. La naturaleza humana, biológica y cultural, es rica en formas y matices. Dios nos ha creado así. A día de hoy las ciencias no pueden esclarecer las causas de esas tendencias, siendo el discurso mayoritario que la homosexualidad es una variante legítima de lo plenamente humano. Pensar que lo obvio es que sólo la heterosexualidad es natural niega la pura realidad, falseándola. 'Contra naturam' es empeñarse en negar la pluralidad de tendencias y matices de la sexualidad humana. La homosexualidad es tan digna y normal como la heterosexualidad, ni más ni menos; es uno de los rasgos de la identidad constitutiva de una buena parte de los seres humanos. No vayamos contra la naturaleza ni nos opongamos, si somos creyentes, a la obra del Creador. Si no leemos la Biblia en clave fundamentalista o integrista, no encontraremos auténtica condena de la homosexualidad. Así, el llamado 'pecado de Sodoma' no es otro que la falta de hospitalidad y la violación sexual. En diversos textos aparecen las prácticas homosexuales como tabú o signo de impureza ritual e incluso de idolatría. Pero no elevemos a la categoría de inmoral o pecado a lo que era un tabú religioso-cultural del cual, junto a otros muchos, hemos ido liberándonos creyentes y no creyentes. Para Jesús de Nazaret el culto auténtico, en espíritu y verdad, lo ofrece el corazón humano en honestidad. En el espíritu de los textos bíblicos lo que se condena es el uso abusivo y explotador del sexo: la pederastia, la prostitución y la violación; no la homosexualidad ni su expresión libre y responsable entre las personas. Las ciencias hoy no consideran esta tendencia como enfermedad. En la Iglesia Católica se ha considerado 'pecado nefando' a las relaciones homosexuales. Todavía se nos dice que «la particular inclinación de la persona homosexual, aunque en sí no sea pecado, constituye (...)una tendencia (...) hacia un comportamiento intrínsecamente malo (...) Por este motivo debe ser considerada como intrínsecamente desordenada» (Congregación para la Doctrina de la Fe, 'Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales', 1986, n. 4). Sin embargo, lo objetivo es decir que la homosexualidad no es ni un pecado ni una enfermedad. El cristiano homosexual ha de vivir su identidad como un don de la sabiduría creadora de Dios. Poner cerrojos y prohibiciones a lo que pertenece a la naturaleza humana puede hacer que ésta se rebele de forma trágica en la persona misma o en las de alrededor: represión, suicidio, abusos, violaciones, pederastia, violencia, etcétera. Lo que sí es inmoral y pecado es la homofobia que, como la xenofobia o el racismo, pone de manifiesto las limitaciones del que la practica: su falta de autoestima, sus envidias o celos, sus temores irracionales y paranoias, su machismo o 'viril brutalidad', su ira desbocada, su inmadurez, su lucha por el poder, etcétera. Como paradoja, a veces las actitudes más homofóbicas se dan en personas homosexuales que no asumen que lo son, proyectando así su resentimiento. Hay también otras personas que aceptan o respetan el hecho de la homosexualidad, pero tienen serias dificultades cuando se trata de alguien con quien conviven o se relacionan. La carga tan negativa que arrastramos durante siglos (la Iglesia tiene bastante responsabilidad) supone un peso en nuestras vivencias. Lo que ocurre es que cuando estamos cerca de una persona homosexual solemos pensar sólo en sexo y no en su propia psicología, que tiene unos rasgos comunes con la heterosexual y otros que la diferencian. Profundicemos en las relaciones y abramos horizontes. Sólo por el hecho de serlo, los y las homosexuales tienen que soportar el insulto, la vejación, la cárcel, la soledad, la humillación, la pérdida de trabajo, el éxodo de su barrio, pueblo o país. Al sufrir en propia carne la exclusión y la discriminación bastantes son especialmente sensibles hacia otros tipos de discriminaciones sociales, mostrando 'entrañas' ante el sufrimiento humano. Es conocida la capacidad de intuición, la fecundidad creativa y el buen gusto estético de muchos. A lo largo de la Historia nos han dejado un buen legado en obras de todo tipo; algunas sublimes en el reflejo del alma humana (como ejemplo una perla: la Piedad de Miguel Ángel, que contemplamos en la mismísima basílica de San Pedro en el Vaticano). En la Iglesia también ha habido y hay hombres y mujeres homosexuales; sacerdotes, religiosos y laicos. No son pocos los que se han alejado o sentido que la Iglesia se ha alejado de ellos, al no reconocer plenamente su identidad ni sus legítimos derechos. Algún día, en un acto de humildad pedirá perdón por el grave daño causado. El Señor no puso la condición de la orientación heterosexual para vivir cualquier vocación o ministerio al servicio de la comunidad; no la pongamos nosotros. La condición es la fidelidad a uno mismo y a Dios, el amor a la Iglesia y la misión evangelizadora desde la opción por los pobres. En estos tiempos de oportunidad en la transmisión de la fe, donde podemos mostrar el rostro más genuino de Dios, manifestado en Jesús, no separemos ni discriminemos; aceptemos e integremos. Hétero y homosexuales hemos de convivir en armonía, respeto y estima recíprocas, superando miedos y perplejidades. Y la forma de hacerlo no es el rechazo o el poner distancias. Esto sólo produce ruptura, incomunicación y soledad (consecuencias de la discriminación y causas de sufrimiento inútil). Así construiríamos guetos y murallas. Compartir las tristezas y alegrías de la vida y demostrarse el afecto; esto sí es humanizar. Un acertado acercamiento a la homosexualidad, hoy por hoy, ha de hacerse desde la comprensión del sufrimiento, la empatía y la simpatía. Al plus de lucha por la vida de gays y lesbianas pongámosle un plus de cariño y cercanía. Así, el dar a conocer la propia identidad si la persona lo cree conveniente ('salir del armario') y la vivencia cotidiana de la misma ha de hacerse sin complejos, pero también sin alardes para que sea mejor la receptividad en los demás, cuya actitud más apropiada es la de la aceptación y el apoyo para que la persona lo viva positivamente y con naturalidad. Si la tendencia homosexual es plenamente humana y natural, no se sostiene la negación de su expresión. Por ello, el hecho de las relaciones sexuales entre estas personas no pertenece al terreno de la Ética o Moral (no son en sí ni buenas ni malas), sino que es una constatación de la Antropología. Los criterios morales son los mismos para todos: el amor, el respeto, el placer compartido en libertad responsable, la fidelidad a los compromisos. Estas relaciones expresan complementariedad y autodonación, en cuanto que se dan entre personas con caracteres, cuerpos y espíritus diferentes. Las personas homosexuales se enamoran y forman pareja; así dan consistencia al amor; han de comprometerse al cuidado mutuo contribuyendo a la felicidad del otro/a, y a que ese amor no quede restringido sólo entre ellos. Después de un período de relación, una pareja puede decidir unirse en matrimonio. La esencia de todo matrimonio es la voluntad libre de las personas basada en el amor desarrollado entre ellas. El matrimonio homosexual toma de ahí su derecho, no del matrimonio heterosexual. La paternidad-maternidad responsable es consecuencia de esa esencia. Oponerse al matrimonio homosexual no es diferenciar, sino discriminar. Dios sella y bendice el vínculo del amor en sus diversas formas; también, naturalmente, el de las parejas y matrimonios homosexuales. Y esto defiende a la familia al llenar el vacío de una forma de la misma que ahora puede desarrollarse en libertad. La asimilación social de estos cambios contribuirá a una mejor educación de los hijos, cuidando en ellos una sana identificación respecto a su orientación sexual (la normalización de lo que de hecho siempre ha estado presente, pero muchas veces oculto y vivido vergonzantemente) y a toda su personalidad, y purificará los roles del varón y de la mujer, de lo masculino y lo femenino en ambos, del sentido primero de la sexualidad como comunión entre las personas y como medio de conocimiento y expresión personal. Tanto en la sociedad como en la Iglesia hay pluralidad de sensibilidades y de pensamiento. Esta pluralidad ha de ser escuchada para construir la convivencia social y la comunión eclesial. Las mentalidades no son inmutables, la Humanidad va dando pasos en orden a su liberación. Lo permanente, 'el depósito de la fe' es lo que nos ilumina a los cristianos. Lo propio es que estemos abiertos y favorezcamos el diálogo y la búsqueda conjunta. La Verdad va calando por sí misma en los corazones porque Dios sigue obrando en ellos moviéndolos al amor. [ Next Thread | Previous Thread | Next Message | Previous Message ] |
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Author: Maribel [ Edit | View ] |
Date Posted: 17:51:22 03/28/07 Wed Cuenta con mi oraciòn se que estas sufriendo, pidele al Señor que te cubra con su sangre preciosa, dile que tu no quieres sentir eso y que te libere, acercate a la confesiòn y de ser posible a la comuniòn diaria, en el momento en que el sacerdote consagra el cuerpo y la sangre de Cristo pidele por eso que tanto te afecta, Dios nos ama como somos lo que el no ama es el pecado, es lo que nos aleja de el, sientete amado por el, si no eres feliz con la homosexualidad es porque sabes que eso lastima al Señor, el conoce tu corazòn, y sabe que no eres feliz aceptando eso, sabe que te resistes a ofenderlo, Dios es amor y efectivamente no es un castigador y racista, el nos enseña a amar a todos hasta a nuestros enemigos pero tambien nos pide que seamos fieles a el, venciendo la tentaciòn con el escudo de su sangre preciosa. La psicologìa a veces nos dice aceptate homosexual y se feliz, yo soy psicologa y te lo digo de corazòn lejos de Dios jamàs encontraràs la felicidad y si te digo lejos de Dios es porque el pecado es quien nos aleja de Jesùs. Lucha con todo tu corazòn solo espera en Jesùs. Dios te bendiga [ Post a Reply to This Message ] |