| Subject: Carta a la ministra |
Author:
Union
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Date Posted: 10:09:45 04/25/05 Mon
Es el momento de unirse todos aviones, helicópteros...
Sra Ministra:
Como agrupación de parte de un colectivo que ronda los 4000 pilotos tanto en paro como en diversas situaciones de precariedad laboral, prácticamente el 90,99% de los pilotos que acaban la carrera se quedan en esta condición indefinidamente, queremos poner en su conocimiento la situación, no menos que dramática, que atravesamos aquellos profesionales de la aviación que nos encontramos en dicha situación laboral.
Mucho nos extraña que, si algún máximo responsable de la DGAC ha sido alguna vez consciente de esta situación, no se hayan tomado cartas en el asunto para resolverla o al menos aliviarla. Si usted es desconocedora de los hechos que exponemos , debería preguntarse porque no se han puesto en su conocimiento .
Algo invariable a los cambios políticos que democráticamente se suceden, es la permanencia de una constante incompetencia y sucesión de normas que creemos del todo injustas y que además perjudican seriamente el porvenir profesional de muchos pilotos.
Quizá usted es desconocedora al igual que la opinión pública, a la que también va dirigida esta carta, que no existe un Convenio General para los pilotos, un Convenio que marque unos mínimos aceptables de condiciones laborales y en definitiva un Convenio que impida que un Instructor de Vuelo gane menos de 500 euros al mes y eso si es que recibe remuneración, existiendo profesionales que no cobran.
Los sueldos en pequeñas compañías no son mucho mejores, cuando existen, las condiciones laborales muchas veces, cuando no todas, rayan en la ilegalidad más absoluta, como ha venido a demostrar la última huelga masiva de nuestros compañeros de Helicópteros, no respetandose tiempos de descanso, exceso de carga, serias anomalías que nadie se atreve a denunciar, porque la alternativa es el paro.
A un piloto, al contrario que a la mayoría de los profesionales, estar en paro le cuesta dinero. No hablamos de poco dinero. Además del reconocimiento médico anual en los menores de 40 años, cada 6 meses en los mayores de 40, debemos efectuar una serie de horas de vuelo, que debemos abonar de nuestros bolsillos al no estar trabajando para ninguna empresa, hablamos de cantidades a partir de los 900 euros anuales, en función de las habilitaciones que ese piloto tenga que renovar. Recuerde que hablamos de personas que no están trabajando.
Parte de ese desembolso, proviene de las tasas que debemos pagar cada vez que renovamos nuestras licencias sin que hasta ahora exista algún tipo de reducción o exención, para aquellos profesionales que no perciben sueldo alguno.
Con la llegada de las JAR (Normativa Europea) aún se ha agravado más la situación, ya que aquellos pilotos formados con anterioridad a dichas normas, se encuentran con que tienen que volver a efectuar un seminario informativo. Seminario que sólo imparten entidades privadas, con el consiguiente desembolso de dinero por parte del piloto en situación de paro laboral.
La pena que se paga por no poder efectuar ese curso, de unos 2 días de duración, es la imposibilidad de transformar la licencia nacional a licencia europea. Y aunque es cierto, que en principio, para desarrollar nuestro trabajo en este país, no es necesaria, no es menos cierto que las propias compañías nacionales la exigen como requisito para presentarse a las pruebas de selección haciéndose por tanto imprescindible.
Así mismo, para desarrollar trabajos aéreos cómo la fumigación, se nos exige estar en posesión de una habilitación de piloto agroforestal, cuyo importe supera los 6000 euros, de reciente implantación, a pesar de que en Europa, no existe dicha habilitación.
Es decir, siempre acabamos pagando , en unas ocasiones por las JAR y en otras por la propia normativa nacional, a veces pensamos que los que verdaderamente dirigen la DGAC, son las entidades privadas que imparten estos cursos.
Y ya no vamos a hablar del desolador panorama, en cuanto a perspectivas de trabajo de esta profesión, en la que se ha ido dando preferencia al nepotismo y al negocio de sacarle dinero al piloto, antes que a la experiencia en vuelo del mismo. De tal forma, que no extraño ver, como en ciertas compañías españolas, ingresan pilotos con 200 horas de vuelo mientras profesionales con más de 4000 horas, en situación de paro laboral, no son llamados ni a los exámenes, en los escasísimos casos en que los hay, a pesar de cumplir de forma sobrada con los requisitos que se piden.
Requisitos que en algunas compañías rozan lo absurdo (equivalencia de titulos académicos no aeronáuticos por horas de vuelo) y que en la práctica totalidad de las veces estos se aplican o no según la naturaleza de los candidatos. No es menos cierto que en la práctica estos requisitos se reducen en el 90% de los casos a tener un buen contacto en la compañía y el suficiente dinero ( cantidades que llegan hasta los 50000 euros) para pagarse la propia formación dentro de la empresa.
Pagos que ya comienzan el día en que los pilotos se presentan a los exámenes de selección de las mismas, ya que se ha puesto de moda el cobrar una “tasa” por el mero hecho de asistir a estos exámenes, Algo inaudito dentro de empresas del sector privado.
Como puede ver, no es extraño que muchos y muy buenos profesionales acaben abandonando la profesión, por la que sienten verdadera vocación y que en muchos casos se ha cobrado la vida de amigos y compañeros, ante la imposibilidad económica de la espera para conseguir un puesto de trabajo. Que añadido a que las directrices de algunas compañías no admitan a candidatos mayores de 35 años convierten dicha espera en algo más dramático aún si cabe.
Mientras, trabajamos en lo que podemos y rezamos.
Rezamos para que la próxima norma que cambie, la próxima que a alguien de su Ministerio, que probablemente sólo se ha subido a un avión cómo pasajero, se le ocurra implantar, no lleve asociada un desembolso económico para beneficio de unos y perjuicio de otros.
Así mismo sabemos que hay soluciones.
Sabemos que se necesitan inspectores, existiendo 4000 potenciales inspectores desocupados. Sabemos que se necesitan controladores de la circulación aérea, pero se da preferencia a un diplomado universitario antes que a ún piloto que no ha pasado por la universidad , siendo sin embargo mucho más específica la formación de este último, para desempeñar un trabajo cargado de responsabilidad como es el control del tráfico aéreo.
En definitiva, hay soluciones y se pueden encontrar aún más. Lo que se necesita es voluntad de solucionar estos problemas.
Nosotros le ofrecemos la nuestra.
Plataforma No Pagues por Volar
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